sábado, 7 de enero de 2012

8.8° Escombros en el Bicentenario


Joaquín García -Huidobro
Hugo Herrera Arellano
Daniel Mansuy Huerta

Mayo 2010
Instituto Democracia y Mercado
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Harto se ha escrito, dicho, fotografiado y grabado sobre el terremoto del 27F en 2010; pero este libro nos relata una faceta más sicológica y política del chileno post-terremoto.

Son 11 relatos anónimos, apoyados en imágenes que, parafraseando al libro, 'los chilenos nunca olvidarán'. Que cierto.

El libro repasa los momentos en que los chilenos dejaron de mirarse el ombligo y comenzaron a ver a quién estaba a su lado, el surgimiento de grandes labores de voluntariado, los errores en la manera de actuar del gobierno y autoridades políticas y la salida de los militares a la calle.

También hay testimonios de personas que revivieron temores del pasado o que les surgieron nuevos miedos. Un capítulo en especial habla sobre ello y se titula 'Ravotril'. Los nervios y las angustias, el aumento de la venta de este ansiolítico. ''Un farmaceútico dice: Antes, vendía entre 10 y 15 cajas de Ravotril al día. Ahora estoy vendiendo unas 80. Es impresionante la ansiedad de la gente...Y creen que los ansiolíticos solucionaran su vida''.
Habla en particular de Luisa, una mujer que no está a gusto con su trabajo, que sus horas para pasar con sus hijos son mínimas, y que toma esta pastilla ''...para tranquilizarse. Ella sabe que en el fondo no solucionan nada, pero al menos le permiten dormir. Y eso ya es una gran cosa''.

A muchos les tocó en sus casas durmiendo o despiertos, otros fuera de su ciudad, a unos cuantos con sus familias repartidas, a un gran número de jóvenes los pilló en el 'último carrete del verano', en fin...en actividades relativamente normales de un día sábado en la madrugada, dónde el verano y las vacaciones ya comenzaban a despedirse.

El primer testimonio del libro se titula ''Un brusco despertar'' en él hay un párrafo que describe perfectamente la sensación que muchos experimentaron tanto por primera vez en su vida como la que otros ya habían sentido antes:

''El terremoto es distinto a otras catástrofes, como un incendio, porque en el momento uno no sabe si ese remezón horrible, que acaba de sentir, es el último o si es tan sólo el preludio de uno peor. El terremoto permite vivir la experiencia de la incertidumbre completa.''

Más todavía si la hora en la que vivimos ese feroz momento eran las 3.34 am. ''Además, si es de noche, se apaga la luz y uno queda completamente desorientado''

Llegó sin avisar. No hubo temblores que nos hicieran presagiar la venida inminente de un terremoto. Sí concuerdan varias personas es que el día anterior el clima estuvo bastante extraño y especial, pero ni eso nos hizo pensar en tamaña catástrofe. Era imposible.

El segundo capítulo cuenta con la imagen del emblemático y ya conocido por todos edificio Alto Río de Concepción, ciudad epicentro del terremoto. Con solo ver esas imágenes que no dejaban de repetirse en los diarios y televisión nadie quedó indiferente. Carreteras destruidas, emblemáticos patrimonios arquitectónicos en el suelo...imposible de olvidar.

A todos nos azotó de una manera diferente. A todos nos dejó pensando ¿Por qué a mí? e incluso ¿Por qué a mi no? Algo se movió dentro de los chilenos y dentro de quienes vivieron ese momento. Es una especie de secreto, una complicidad que tenemos entre nosotros al recordar ese día.





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